25 de abril de 2022 | Por Carolina Estebarena

 

El calentamiento global es una realidad que ya no puede ser soslayada ni minimizada. La vida en el planeta está en riesgo, producto del cambio climático, pero afortunadamente también sabemos cómo frenarlo y la comunidad internacional se comprometió a hacerlo. Enterate cómo.

Me interesé por esta problemática mucho antes de que se aceptara su tremenda gravedad, y a partir de entonces no sólo me seguí actualizando técnicamente –a través de cursos y seminarios, nacionales e internacionales- sino que también me involucré en el diseño de políticas públicas de acción climática y, más recientemente, en el trabajo parlamentario para la propuesta de normas que tengan en cuenta esta emergencia mundial que es también una urgencia local. Este año asumí, por segunda vez consecutiva, la presidencia de la Comisión Especial de Cambio Climático de la Legislatura porteña, un ámbito que se ocupa de generar encuentros para concientizar y difundir las novedades académicas de relevancia para la producción legislativa en la materia.El 31 de octubre pasado, tuvo lugar en la ciudad escocesa de Glasgow, el inicio del encuentro más importante a nivel mundial en esta temática: la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP). Durante el evento, referido sintéticamente como COP26, los líderes mundiales coincidieron en resaltar la urgencia de tomar acciones para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1.5°C y alcanzar el desafío de ser carbono-neutrales para 2050. Se firmaron compromisos para la protección de bosques así como para la reducción de emisión de metano y el impulso de la tecnología verde (bienes y servicios que mejoran la calidad del aire, el agua o el suelo, que incluyen también soluciones a los problemas relacionados con los residuos o el ruido). Como en todo acuerdo eficaz, se fijaron plazos para su revisión y seguimiento.

Respecto de la declaración sobre “los Bosques y el Uso de la Tierra”, firmada por países cuya superficie arbórea representa el 85% del arbolado mundial, el objetivo es detener la tala intensiva para el año 2030. Este convenio para salvar y restaurar árboles, fue acompañado de aportes financieros para reforestar los pulmones verdes del mundo.

Además, por primera vez en la historia de las COP, se llegó a un acuerdo para reducir la liberación de metano, compromiso que reunió a más de 100 países, entre ellos a las naciones responsables del 40% de las emisiones globales de este gas, al que Argentina también suscribió.

Por otro lado, 35 líderes mundiales firmaron la Agenda Glasgow Breakthrough, que impulsa el desarrollo de tecnología verde, bajando su costo. Este acuerdo apoya especialmente a las naciones en vías de desarrollo para que accedan a la innovación y a las herramientas necesarias para una transición justa. Para el 2030 el objetivo es convertir a las tecnologías limpias en la opción más accesible y atractiva para los sectores económicos más contaminantes.

La COP 26 también dio un lugar especial a los niños y jóvenes. La jornada, que tuvo a la educación como eje central, fue coorganizada y copresidida por YOUNGO, el movimiento climático juvenil de United Nations Framework Convention on Climate Change, que a su vez presentó una declaración en representación de más de 40.000 jóvenes líderes. Asimismo, más de 23 países hicieron promesas en materia de educación climática, incluyendo la descarbonización del sector educativo.

Fueron dos semanas intensas de negociaciones entre 197 países, que tuvieron participación de organizaciones y entidades tanto privadas como públicas. Se expresaron muchas promesas y compromisos, que si bien no son vinculantes, son una hoja de ruta de lo que hay que hacer para una acción climática eficiente que nos permita garantizar condiciones de habitabilidad en la Tierra para las generaciones futuras.

Y como este fenómeno global es de impacto local, no es menor lo que hagan las ciudades para colaborar con lo acordado a nivel país. Desde la Ciudad de Buenos Aires venimos impulsando iniciativas y acuerdos para llevar a cabo acciones concretas que nos permitan cumplir con el objetivo de ser carbono neutral en el 2050. Los invito a explorar la Plataforma de Cambio Climático de CABA, para conocer todo lo que la ciudad está haciendo para lograr esa meta.

Entre todos podemos cuidar el ambiente. El primer paso es saber cómo.